La delegación nacional la encabeza el ministro de Recursos hídricos, Li Guoying, y detallará los distintos proyectos implementados para asegurar una mejor y más amplia distribución del agua en el país, donde el norte se caracteriza por tener una histórica sequía.
También copresidirá el diálogo “Agua para el Desarrollo Sostenible” y compartirá propuestas para resolver algunas de las crisis generadas por la falta del líquido.
China es un territorio de gran tamaño, pero con un desbalance en las reservas hidráulicas porque siempre sufrió sequías extensas en el norte, abundantes precipitaciones en el sur y la contaminación de muchos ríos.
Diferentes programas gubernamentales permitieron que hacia el final de 2022 el 87 por ciento de la población rural tuviera acceso a agua potable, mientras se alivió la escasez en áreas como Beijing gracias al trasvase Sur-Norte.
La Conferencia de ONU se extenderá hasta el viernes en Nueva York, Estados Unidos, y se considera como una oportunidad única para acelerar el avance en la promesa hecha por los líderes mundiales de ofrecer a los ciudadanos del planeta un acceso universal al agua potable y el saneamiento en 2030.
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