Un análisis realizado por ese grupo comunicacional sostiene que esa organización, que se define como defensora de derechos humanos, persigue que Venezuela sea intervenida militarmente por una potencia extranjera y que trabaja en coordinación con los paramilitares que desde marzo pasado realizan acciones en ese estado fronterizo.
Corriente Revolucionaria indicó que el conflicto en Apure es ejecutado no por una guerrilla colombiana como se intenta hacer ver en los medios, sino por un ‘grupo narcomercenario’ que se separó de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para incurrir en el negocio del tráfico de drogas.
El estudio refiere además que ese conflicto está acompañado desde el principio por un componente comunicacional y apuntó hacia la organización no gubernamental, la cual realiza seguimiento de lo que ocurre en las fronteras venezolanas.
De acuerdo con la CRBZ, la fundación sirve de vocera de los irregulares colombianos quienes ‘se enmascaran tras esa fachada desde donde divulgan los mensajes de esa organización criminal del vecino país’.
Al respecto señalan que Fundaredes continuamente publica materiales provenientes de esa fuerza paramilitar acompañados de imágenes de los ocho efectivos venezolanos secuestrados el pasado 23 de abril, ‘endosa la responsabilidad de la vida de los capturados al Estado venezolano y habla a nombre de los paramilitares colombianos, obviando que fueron capturados en combate’.
Acusan además a esa ONG de utilizar la denuncia de supuesta defensa de la vida de los secuestrados para hacer público los mensajes de los irregulares.
‘Dice defender la vida y la dignidad de los soldados pero su disfraz se cae, porque se regodea en exhibir lo más sagrado que queda después de la muerte de un ser humano (sus cuerpos), violentando además a las familias’, expresa en un comentario.
La CRBZ adjuntó al comentario un video de Fundares en el que una persona recoge los cuerpos de militares venezolanos muertos.
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