Durante un acto nacional por el aniversario 43 de esa epopeya, el mandatario afirmó que sólo con esa Revolución podía darse la alfabetización, de lo contrario era continuar con la oscuridad del analfabetismo.
Recordó cómo al triunfo de la Revolución en 1979, los indicadores económicos de los organismos internaciones le daban a Nicaragua buenos resultados, sin embargo, los niveles de iletrados rondaban el 60 por ciento.
El jefe de Estado significó que en este país centroamericano se multiplican las escuelas para mantener a raya el “virus” del analfabetismo que está incluso en los países desarrollados porque es provocado por el sistema capitalista.
Ortega se refirió a los meses de la CNA, cuando se incorporaron miles de jóvenes quienes bajo la consigna ¡Puño en alto! ¡Libro abierto!, se sumaron para ayudar con la enseñanza en los lugares más recónditos del país.
En ese sentido, rememoró el asesinato, por parte de la contrarrevolución, de Georgino Andrade, el primer mártir de la Cruzada Nacional de Alfabetización.
El líder sandinista expresó que, con ese crimen, la contra y el imperio que la financiaba pretendían sembrar el terror en el pueblo y detener la cruzada, pero la muerte de Georgino trajo más maestros para Nicaragua.
Felicitó a los estudiantes y profesores por la histórica gesta y aseguró que la gran Cruzada Nacional de Alfabetización fue la primera gran victoria del pueblo nicaragüense después del triunfo de la Revolución sandinista.
“Ustedes son la muestra de los frutos de la educación solidaria y cristiana en este país”, aseguró el gobernante ante alumnos y maestros destacados durante el calendario docente 2022.
En su discurso, Ortega también destacó los avances en materia educativa alcanzados por el Ejecutivo en los último 16 años en Nicaragua, y resaltó los programas de educación en el campo donde se multiplica el conocimiento de niños y jóvenes de manera gratuita.
La gran Cruzada Nacional de Alfabetización comenzó en este país centroamericano el 23 de marzo de 1980 y culminó el 23 de agosto del mismo año y enseño a leer y escribir a más de 400 mil nicaragüenses.
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