Los integrantes de la tropa mixta proceden de Nigeria, Chad y Níger, y vencieron a los extremistas a quienes causaron dos muertos en el enfrentamiento ocurrido el lunes en Bosso, en la sudoriental región de Diffa, en ese último país de la región africana del Sahel.
Según fuentes de las fuerzas de seguridad, los atacantes llegaron a la zona en camionetas y motos, así como provistos con armas pesadas y abundantes municiones, rodearon el cuartel y durante horas dispararon hacia su interior, pero la respuesta de los soldados hizo que se retiraran.
Además de las bajas de ambas partes, los atacantes dejaron tras de sí un vehículo todoterreno con un lanzamorteros, varios fusiles AK-47, abundante proyectiles de varios calibres y armamento ligero, todo lo cual recuperaron los soldados de la fuerza mixta.
Desde esa acción la tropa rastrea por tierra y aire a quienes huyeron en las orillas del lago Chad, donde suelen esconderse.
Según expertos, los ataques de la secta nigeriana Boko Haram generalmente no tienen como propósito el control efectivo de cuarteles, sino tomarlos durante varias horas para sembrar el terror y apoderarse además de vehículos, arsenales y víveres, antes de abandonar el lugar, el cual a veces incendian.
Ese ataque en Bosso ocurrió en el ámbito de una escalada de violencia integrista en Níger, que genera un éxodo de quienes huyen de las frecuentes agresiones yihadistas, con las cuales sus perpetradores castigan a la población civil por su supuesta connivencia con el ejército o las fuerzas multinacionales en este Estado.
mem/mt