De acuerdo con un informe publicado por el Instituto Samuel Robinson, la propuesta del exdiputado venezolano de un denominado acuerdo de salvación nacional significó revertir su discurso basado en la promesa de nunca aceptar una vía de diálogo con el Ejecutivo bolivariano.
El autoproclamado presidente encargado abogó incluso por ofrecer ‘incentivos al régimen, incluido el levantamiento progresivo de las sanciones, condicionado al cumplimiento de estos objetivos del acuerdo’, según el mensaje publicado la semana anterior en la red social Twitter.
Desde el ascenso de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos, el ‘proyecto Guaidó’ se enfrenta a un callejón sin salida, desarticulado, y frente a una acumulación sostenida de fracasos políticos, el costo de mantener a flote al dirigente opositor resulta insostenible, valoró aquí el Centro de Estudios para el Pensamiento Original.
Tras el nombramiento de la nueva directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE) a través de la Asamblea Nacional (Parlamento), el sector representado por Juan Guaidó se vio aislado del acuerdo alcanzado con el sector moderado de la oposición con representación parlamentaria.
En tal sentido, la agenda de cambio de régimen encabezada por el exdiputado lució nuevamente debilitada, sin credibilidad ni futuro, indicó la fuente especializada.
Agregó que ante las señales de reconocimiento al nuevo CNE emitidas desde Washington y la Unión Europea, Guaidó lanzó la iniciativa de un acuerdo nacional, ‘un intento dramático de entrar a las negociaciones en curso planteando la posibilidad de eliminar las sanciones a cambio de concesiones políticas’.
‘Aunque públicamente es difícil clausurar el proyecto Guaidó, (…) ciertamente hay indicios de que la administración Biden está cambiando su abordaje ante la ofensiva de diálogo del Gobierno bolivariano y la recomposición institucional del país’, subrayó el Instituto Samuel Robinson.
En recientes declaraciones, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, llamó a las facciones más radicales de la oposición a abandonar el camino del golpismo y el intervencionismo, a propósito de nuevos acercamientos para establecer negociaciones.
El mandatario venezolano ratificó la disposición del Ejecutivo a dialogar con todos los sectores políticos del país, y planteó como temas en la agenda el cese del intervencionismo y los llamados a invasiones contra el país, además del reconocimiento a la Constitución y los poderes legítimos del país.
Maduro exigió, además, que la derecha venezolana rinda cuentas sobre los recursos entregados por el Gobierno de Estados Unidos para labores conspirativas, así como el rescate de todos los recursos y activos bloqueados a la nación sudamericana en el exterior.
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