Según los organizadores de la muestra, a través de espectaculares instalaciones, el creador lleva al visitante a través de un mundo de ficción que desde una mirada apocalíptica y distópica llama a cuestionar el entorno global contemporáneo.
Los montajes están realizados con materiales recuperados de vertederos, chatarrerías, subastas y pequeños mercados, generando en el espectador una sensación inmersiva y agobiante, muy cercana a lugares y contextos reales.
En los universos generados por el artista ocupan espacios movimientos políticos y sociales fallidos, la contracultura, frente a posibles alternativas de vida y pensamiento.
A través de la transformación profunda de los espacios del recinto cultural, la propuesta realza por el nivel escultórico de las magníficas instalaciones, muchas de ellas preparadas para esta exposición.
Michael Nelson representó a Reino Unido en la Bienal de Venecia en 2011, fue nominado dos veces para el Premio Turner (2001 y 2007), el más importante galardón que se concede en ese país a los representates de las artes visuales.
Sus instalaciones existen siempre solo para el período de tiempo de la exposición para la cual participa. Son laberintos donde el espectador es libre de encontrar su propio camino a través de extenderse, y en el que la ubicación de la salida y la entrada son a menudo difíciles de determinar.
ro/mml