Un comunicado enviado a Prensa Latina por Siman Khoury, presidente del Foro Popular de la Diáspora Palestina, expresó su enérgico rechazo a esas acciones, en especial contra los que practican su fe en la Mezquita de Al Aqsa.
Señaló que los ocupantes muestran una vez más su política fascista al entrar en el sitio religioso, golpear, detener a centenares de fieles y destruir lugares santos de la ciudad sagrada.
El comunicado aseveró que los lamentos y las advertencias no son suficientes y llamó a la comunidad internacional a tomar medidas y acciones prácticas contra los ocupantes del «régimen del apartheid».
En ese sentido UPAL exigió la retirada del Ejército sionista de la mezquita de al-Aqsa, la liberación de todos los detenidos y permitir el acceso de los peregrinos tanto musulmanes como cristianos para visitar sus lugares sagrados en estos días de Ramadán y Semana Santa.
Responsabilizamos a los ocupantes de los daños materiales y humanos causados por su ejército fascista contra el pueblo palestino, puntualizó la declaración.
Mientras tanto diferentes países alzan su voz de condena a la agresión, para muchos una franca violación de las normas internacionales con acciones que laceran el sentimiento religioso de los palestinos y exacerban el clima de violencia.
La policía israelí desalojó por la fuerza este miércoles a cientos de palestinos que celebraban una vigilia en la Mezquita de Al Aqsa, debido al Ramadán, mes sagrado para los musulmanes.
La Sociedad de la Media Luna Roja Palestina en Jerusalén denunció que la policía impidió el ingreso de los médicos para ayudar a los heridos, de los cuales cerca de 400 fueron detenidos mientras otros fueron golpeados.
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