El máximo dirigente del Cmkos, Josef Stredula, estimó que el ejecutivo debe considerar para ello la ley de estipulación de precios, destacó Radio Praga Internacional.
Respecto a la tarifa de los alimentos, se podría proceder como mismo ocurre con los de las medicinas o del agua, por ejemplo, sugirió Stredula, quien se quejó de que el gabinete tiene instrumentos a su disposición, pero no hace nada.
Al comentar el asunto de los precios, el consejero económico del gobierno checo, Stepan Krecek, opinó que se trataba de un tema problemático por la insuficiente capacidad competitiva en el mercado checo.
Krecek también estimó que una regulación de precios puede llevar a otra reducción de esa capacidad competitiva y ello, agregó, afectaría significativamente el mercado interno.
Luego de acumular uno de los registros más elevados de muertes per cápita por la pandemia de Covid-19, la República Checa elevó a un 17 por ciento de inflación en 2022, una de las tasas más altas de la Unión Europea, a causa de la crisis energética.
El deterioro de las condiciones de vida aumentó el nivel de pobreza y con ello la búsqueda por la población de alternativas políticas que prometen mejoría, aunque para ello apelen a la xenofobia o ideas de derecha como el ultraconservador partido Libertad y Democracia Directa.
Miles de checos protestaron en las calles desde septiembre pasado, en demanda de mejoras salariales, ante la subida de los precios, la dimisión del Gobierno y con críticas a la Unión Europea y a la Organización del Tratado del Atlántico Norte por los intentos de rearmar a Ucrania.
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