De acuerdo con el comandante policial de la provincia, Fausto Buenaño, al menos 15 hombres encapuchados llegaron a bordo de varias lanchas hasta el puerto artesanal y dispararon por varias ocasiones en contra de los pobladores y pescadores que se encontraban en el lugar.
El suceso dejó un saldo de ocho personas asesinadas, la mayoría de ellas trabajaban en ese puerto.
Buenaño manifestó que aún se investigan las causas de la balacera, y si hay alguna banda narcocriminal detrás del hecho.
Según el oficial ecuatoriano, el crimen ocurrió para infundir miedo en la población.
Desde el pasado mes de marzo el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, declaró el estado de excepción en la provincia de Esmeraldas debido a la situación de inseguridad en ese territorio costero.
Uno de los argumentos que expone Lasso para su decisión es que durante los últimos meses se observa en esa provincia un incremento en los niveles de delincuencia “íntimamente relacionada con el tráfico ilícito de drogas, así como mecanismos de extorsión recurrente”.
A pesar del estado de excepción y el toque de queda, a diario se reportan crímenes en el territorio esmeraldeño.
Residentes en esa localidad fronteriza con Colombia apuntan a la pobreza, el desempleo y el abandono estatal como causas de la inseguridad.
Ecuador cerró 2022 con 25 homicidios por cada 100 mil habitantes, la mayor tasa de su historia, y Esmeraldas fue la provincia más violenta, como 63 asesinatos por cada 100 mil habitantes.
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