Si bien las estadísticas oficiales de la Unión Africana avalan la inferior incidencia en compararación con otras regiones, recientes hallazgos invitan a considerar otras varibles sobre el impacto de la pandemia.
Nuevas luces sobre el tema aparecen en un informe de investigadores participantes en un estudio africano sobre resultados de cuidados críticos de Covid-19 (Acccos, en inglés), publicado por la revista británica ‘The Lancet’.
La pesquisa advirtió que la mortalidad entre adultos enfermos por la Covid-19 en África, admitidos en unidades de cuidados intensivos (UCI), podría ser la más alta a escala internacional.
Después de 30 días en las UCI, el 48 por ciento de los ingresados había muerto, es decir, una proporción superior a la media global estimada en 31,5 por ciento, reveló el examen observacional.
Los expertos analizaron el historial de tres mil 140 pacientes entre mayo y diciembre de 2020 internados por Covid-19 en las UCI de 64 hospitales en 10 países: Egipto, Etiopía, Ghana, Kenia, Libia, Malaui, Mozambique, Níger, Nigeria y Sudáfrica.
Un 61 por ciento de los contemplados en la investigación, precisó la fuente, eran hombres con una media de 56 años de edad y pocas patologías crónicas.
La mitad de los pacientes muertos fallecieron sin recibir oxígeno y apenas un 10 por ciento de los enfermos graves fue sometido a diálisis renal, aunque había capacidad para ofrecer el servicio en un 68 por ciento de los hospitales, señaló el Occcos.
El suministro de diálisis, acotó el documento, fue siete veces inferior a lo que se necesitaría para tratar a pacientes de Covid-19 en estado crítico y el acceso a máquinas para la oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO, en inglés) resultó 14 veces por debajo de lo requerido.
En opinión de los especialistas, las conclusiones del Occcos probablemente subestimen la dimensión del problema, pues la información empleada corresponde a hospitales universitarios donde suelen existir mejores prácticas y recursos asistenciales; además, la muestra incluyó a solo 10 países, algunos de los cuales, como Egipto y Sudáfrica, tienen buenas instalaciones sanitarias.
‘Nuestro estudio es el primero en exponer un cuadro completo de lo que sucede con las personas que están gravemente enfermas de Covid-19 en África, con datos de varios países y hospitales’, explicó el coautor del estudio, Bruce Biccard, del hospital Groote Schuur y la Universidad del Ciudad del Cabo, en Sudáfrica.
Citado por la revista médica ‘The Lancet’, Biccard lamentó la escasez de camas para la atención de los pacientes críticos y los recursos limitados en las unidades de cuidados intensivos.
Para el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) António Guterres, el insuficiente acceso a las vacunas antiCovid-19 también obstaculiza la respuesta a la crisis sanitaria.
De los mil 400 millones de dosis administradas en todo el orbe, solo 24 millones llegaron a África, menos del dos por ciento, dijo el funcionario este miércoles en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Antes de la Covid-19, subrayó, muchas comunidades y países africanos ya enfrentaban un complejo entorno de paz y seguridad, desigualdades de larga data, pobreza, inseguridad alimentaria, degradación ambiental, entre otros flagelos.
El brote pandémico alimentó aún más todos esos factores de conflicto e inestabilidad, advirtió el máximo representante de Naciones Unidas, quien llamó la atención sobre el aumento de la deuda externa del continente, la desaceleración de su economía y la caída de las remesas.
Al sopesar el panorama regional, tampoco puede desconocerse que las vacunas escasean aquí, mientras el comercio de los inyectables amplía el caudal de un reducido grupo de magnates en el planeta.
La Alianza Vacuna para el Pueblo, un grupo internacional defensor del acceso igualitario a estos medicamentos, demostró que al menos nueve personas ingresaron en las filas de los multimillonarios por la fabricación, venta y distribución de las vacunas antiCovid-19; en tanto, otros ocho individuos, pertenecientes a ese selecto club, aumentaron su riqueza de manera significativa.
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