La enfermedad de Chagas es causada por el parásito T. cruzi, que se transmite a las personas principalmente por contacto con un insecto conocido como chinche o vinchuca, también por transfusión sanguínea o trasplante de órganos, durante la gestación y el trabajo de parto, y por consumir alimentos contaminados.
De acuerdo con los expertos, afecta a más de seis millones de personas en todo el mundo, la mayoría de ellas en América Latina, aunque la enfermedad se está detectando cada vez más en otros países y continentes, impulsada por la movilidad de la población.
Cada año en la región se registran 30 mil nuevos casos y 10 mil muertes por esta causa.
“Con tasas de detección del Chagas tan bajas, el tratamiento está llegando demasiado tarde”, destacó el doctor Massimo Ghidinelli, director interino del Departamento de Prevención, Control y Eliminación de Enfermedades Transmisibles de la OPS.
“Necesitamos involucrar a la comunidad y apoyar a los profesionales de unidades básicas de salud con capacitación e insumos críticos para enfrentar la enfermedad”, dijo.
Detectada a tiempo, la enfermedad puede curarse o mejorar su evolución, pero sin tratamiento, a largo plazo hasta un 30 por ciento de los enfermos pueden desarrollar complicaciones irreversibles para el sistema nervioso, el aparato digestivo y el corazón.
Dada la permanencia del vector y el carácter silencioso de la enfermedad, el Chagas sigue siendo endémico en 21 países de las Américas y es una de las más de 30 enfermedades y afecciones que la OPS y las naciones de la región buscan eliminar para 2030.
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