De acuerdo con la programación oficial divulgada, Lavrov visitará la cancillería brasileña en esta capital y después emitirá una declaración a la prensa.
Rusia no quiere que el territorio de los países de América Latina y del Caribe se convierta en un campo de batalla entre potencias en un mundo «extremadamente tenso» que se sigue degradando «en muchos aspectos», señaló el jefe de la diplomacia rusa en un artículo publicado este jueves en el diario Folha de Sao Paulo, a propósito de su gira por la región.
Aclaró que, para Moscú, «América Latina y el Caribe tienen su propio valor dentro del marco de nuestra política exterior. No queremos que su región se convierta en un campo de batalla entre las potencias», advirtió.
En su texto, el canciller ruso enumeró antecedentes que condujeron al actual escenario en Ucrania, como el incumplimiento consciente de los Acuerdos de Minsk por Kiev, que no dejó «otra opción» que reconocer las repúblicas de Donbass y comenzar la operación militar.
De esta forma, Lavrov reiteró que, así, el llamado Occidente colectivo busca «mantener su dominio global e impedir la consolidación de nuevos centros de poder» mediante las sanciones contra Rusia y el suministro masivo de armas a Ucrania.
«En fin, pretenden imponer a la comunidad internacional un orden global unipolar y neocolonial esperando, en palabras del presidente de Rusia, Vladimir Putin, cobrarle un verdadero tributo a la Humanidad, sacar una renta hegemónica», señaló el ministro.
Lavrov acentúo que esta aspiración de Occidente explica su «vieja política de injerencia en asuntos internos» de otras naciones, que se materializa incluso por medio de «operaciones ideológicamente motivadas para derrocar gobiernos indeseables», sanciones unilaterales y sucias tecnologías «de guerra informática».
«Muchos pueblos del mundo ya sintieron sus consecuencias, entre ellos los de Cuba, Venezuela, Yugoslavia, Iraq, Afganistán, Libia y Siria», remarcó.
Recientemente, el Gobierno de Brasil se negó a firmar la declaración final de la llamada Cumbre por la Democracia, en la que los países participantes condenan las acciones de Rusia contra Ucrania.
La administración de Lula no estuvo de acuerdo con el uso del foro para condenar a Moscú.
En una carta enviada a la cumbre, el fundador del Partido de los Trabajadores detalló que está en contra de la instrumentalización política de debates sobre la democracia e insistió en que «defender la democracia es luchar por la paz».
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