De acuerdo con la policía provincial, el ataque ocurrió en la aldea desértica de Dwezen donde las víctimas recolectaban trufas.
El 25 de marzo pasado, 15 personas perecieron en ataque similar mientras el 27 de febrero, al menos 65 civiles perdieron la vida cuando los extremistas abrieron el fuego de sus ametralladoras en su contra mientras recolectaban trufas al sureste de la ciudad de Al-Sukhna.
En el vasto desierto de Al-Badieh se incrementan las agresiones del Estado Islámico, cuyos integrantes, según denuncias de Damasco, reciben apoyo logístico, protección e información de inteligencia por parte de los militares estadounidenses en la zona de Tanef, en el este del país.
Según analistas, el Daesh recurre, desde su derrota en 2018, a la guerra de pandillas y ataca apoyado en claras instrucciones de inteligencia para desgastar a las tropas sirias y sus aliados.
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