Solo en la jornada de ayer fueron inmunizados más de 21 mil 400 individuos, de los cuales alrededor de 14 mil 600 completaron la protección con una segunda dosis, dijo en conferencia de prensa el secretario de estado para Salud Pública, Franco Mufinda.
Según explicó, más de 638 mil ciudadanos recibieron la primera inyección, mientras unos 141 mil culminaron la inmunización, gracias a la apertura de nuevos puestos sanitarios para enfrentar la contingencia.
El propósito del gobierno es inmunizar a alrededor de 16 millones de personas mayores de 16 años de edad, a partir de los suministros provenientes de la iniciativa internacional Covax y las compras estatales.
También, el país recibió un donativo de China consistente en 200 mil dosis del fármaco Sinopharma contra la Covid-19, fabricado en esa nación asiática.
Con un alto porcentaje de casos asintomáticos, la letalidad por el brote pandémico registra aquí un acumulado de apenas 2,2 por ciento; sin embargo, el doctor Mufinda alertó sobre el incremento de las víctimas mortales, al fallecer 58 infectados en los últimos siete días.
En estos momentos, informó, hay 18 pacientes en estado crítico y 49 reportados como enfermos graves debido al contagio por el coronavirus SARS-CoV2, causante de la Covid-19.
Angola adquirió seis millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V, pero todavía la disponibilidad de inyectables contra la enfermedad resulta insuficiente para cubrir las necesidades, explicó recientemente el presidente João Lourenço.
El mandatario aseguró que el ejecutivo continuará luchando en el sentido de adquirir más vacunas, sin importar la marca, y exhortó a los productores internacionales a ganar conciencia sobre la necesidad de asegurar el acceso universal a esos medicamentos.
‘O nos salvamos todos, ricos y pobres, poderosos y no poderosos, o nadie se va a salvar’, señaló.
De los mil 400 millones de dosis administradas en todo el mundo, solo 24 millones llegaron a África, es decir, menos del dos por ciento, indicó esta semana el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres.
Antes de la pandemia, muchas comunidades y países del continente ya enfrentaban un complejo entorno de paz y seguridad, desigualdades de larga data, pobreza, inseguridad alimentaria y degradación ambiental, entre otros flagelos, subrayó.
La Covid-19 alimentó aún más todos esos factores de conflicto e inestabilidad, señaló el funcionario en el Consejo de Seguridad de la ONU.
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