«Estamos agradeciendo por la contribución en busca de la solución de ese conflicto, de ese problema. Estamos teniendo en cuenta y tenemos que resolverlo de forma duradera. Esto es muy importante y se tendrá en cuenta la relación bilateral», declaró Lavrov, recibido por su par brasileño, Mauro Vieira, en el Palacio de Itamaraty, sede de la Cancillería.
Tras la reunión, Vieira criticó las sanciones unilaterales contra Moscú y abogó por la intensificación de las negociaciones para la resolución del enfrentamiento, con la participación de países amigos.
«Reforcé la disposición brasileña para contribuir a la solución pacífica del conflicto, recordando las manifestaciones del presidente (Luiz Inácio) Lula (da Silva) en el sentido de buscar facilitar la formación de un grupo de países amigos para mediar en las negociaciones entre Rusia y Ucrania», señaló.
Señaló que reiteró la posición de Brasil «en favor de un alto el fuego negociado, con respecto a los derechos humanitarios y una solución negociada con vistas a la paz duradera».
También insistió en «la posición brasileña sobre la aplicación de sanciones unilaterales. Tales medidas, además de no contar con la aprobación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, tienen impacto negativo sobre economías en todo el mundo, en especial los países en desarrollo», prosiguió.
Luego del encuentro con Vieira, en el que se abordaron además temas sobre relaciones comerciales, está previsto que el jefe de la diplomacia rusa sea recibido por Lula.
El viaje de Lavrov, su primero al gigante suramericano desde 2019, estaba programado desde hace semanas y tiene lugar después de la visita del gobernante brasileño a China y a los Emiratos Árabes Unidos.
Al final de su recorrido, Lula afirmó que Estados Unidos debe dejar de fomentar la contienda bélica entre Moscú y Kiev, en alusión a la financiación realizada por Washington.
Estimó que la construcción del enfrentamiento armado fue más fácil de lo que será su salida y «la decisión de la guerra fue tomada por dos países».
Señaló que mantiene la intención de crear un G20 para buscar una solución a la guerra, es decir, un grupo de países que no tienen participación en el conflicto.
Brasil resulta la primera escala de Lavrov en un recorrido por la región que lo llevará después a Venezuela, Cuba y Nicaragua.
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