El portal G1 aseguró que en 2019, miembros de la delegación de Bolsonaro recibieron relojes de lujo (de las marcas Rolex, Chopard y Cartier) en un viaje oficial a Qatar.
Para el TCU, los presentes onerosos recibidos extrapolaron los «límites de la razonabilidad» y violaron el principio de la «moralidad pública».
Los exfuncionarios fueron notificados sobre la comprensión reciente del TCU y el exministro del Gabinete Institucional general Augusto Heleno ya devolvió un reloj Rolex.
El exministro de Turismo Gilson Machado sugirió pericia para verificar el valor del reloj y otros extitulares como Ernesto Araújo y Onix Lorenzoni también fueron comunicados de la decisión.
La Comisión de Ética Pública puede revisar la posición anterior que permitió la recepción de los artículos de lujo y laa nueva discusión afloró en momentos en que la Policía Federal (PF) investiga joyas recibidas por Bolsonaro.
En un testimonio, el exmilitar afirmó que conversó personalmente con el exjefe de la Hacienda Federal Julio César Vieira Gomes sobre las prendas enviadas por Arabia Saudita y retenidas en el aeropuerto internacional de Sao Paulo, en Guarulhos, en octubre de 2021.
Bolsonaro figura implicado en la liberación de las alhajas decomisadas, traídas ilegalmente a Brasil e incorporadas a su patrimonio personal.
Ante la PF, el exjefe del Gabinete Adjunto de Documentación Histórica de la Presidencia Marcelo da Silva Vieira ratificó que el exgobernante participó en una llamada en la que su entonces ayudante de órdenes, teniente coronel Mauro Cid, pedía que él firmara un oficio para liberar un estuche de joyas sauditas, valoradas en más de tres millones de euros.
Contó que, en diciembre de 2022, Cid le pidió que firmara un oficio que sería enviado a la Receita Federal (órgano responsable y administrador de los tributos federales y control aduanero), para solicitar la incorporación de los bienes confiscados.
Tras la negativa, los dos hablaron por teléfono sobre el tema, pero el exjefe de gabinete declaró a la PF no recordar quién hizo la llamada.
En un determinado momento, según relató a la policía, «Mauro Cid colocó el enlace en modo manos libres y pidió al declarante que explicara al presidente de la República esa situación y por qué no podría firmar». Da Silva Vieira precisó que después de escuchar los detalles técnicos de las razones por las que no pudo rubricar el documento, Bolsonaro se habría limitado a decir: «Bueno, gracias».
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