La unidad operativa de este mecanismo confirmó la activación de mil 651 alertas en ese periodo y la desactivación de mil 234 gracias a las acciones interinstitucionales; sin embargo, 417 permanecen sin solución.
Según la fuente, prevalecen las edades de 13 a 15 años y los niños de cero a cuatro, en tanto los departamentos con más casos son Guatemala, Escuintla, Quetzaltenango, Alta Verapaz y San Marcos.
El sistema funciona bajo el mando de la Coordinadora General del Sistema, la cual articula a Policía Nacional Civil, Procuraduría de la Nación, Ministerio Público, Instituto Guatemalteco de Migración, Ministerio de Relaciones Exteriores y Secretaría contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas.
La unidad operativa mantiene a disposición de los guatemaltecos durante las 24 horas del día dos números telefónicos y también pueden presentar las denuncias en la sede ubicada en la zona 8 capitalina.
La Ley del Sistema de Alerta Alba-Keneth está contenida en el Decreto 28-2010 aprobado por el Congreso de urgencia nacional y tiene como fin fortalecer las acciones de búsqueda, localización y resguardo de niños y adolescentes reportados como desaparecidos o sustraídos del país.
Su surgimiento responde a la muerte de dos menores, Alba Michelle España en junio de 2007 y Keneth Alexis López en diciembre de 2009.
Alba desapareció un día antes de que cumpliera nueve años; su cuerpo fue destrozado, no tenía corazón, riñones ni brazo izquierdo.
Dos mujeres confesaron que se robaron a la niña para venderla por casi dos mil 500 dólares.
En el caso de Keneth, de solo cuatro años, sus familiares y vecinos se movilizaron para encontrarlo, pero su cadáver apareció un día antes de Nochebuena y se trató de un secuestro también con fines de trata.
Como los organismos públicos esperaban de 24 a 48 horas para iniciar las indagaciones, con lo cual se perdía un tiempo valioso, la alerta sirvió para llenar un gran vacío.
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