Pese a que en marzo último el índice inflacionario acusó una muy ligera caída de 0,3 por ciento respecto al mes anterior, éste continúa siendo muy elevado debido a diversos factores, señaló la entidad.
Uno de los elementos que más incide en esta situación es la depreciación de la moneda local, el kip, frente al dólar estadounidense y el baht tailandés, lo cual dificulta que el gobierno laosiano pueda contener el aumento de los precios de bienes y servicios.
Ello obedece particularmente al hecho que un tercio de los bienes utilizados para calcular el incremento de precios en Laos son importados.
Por otra parte, señaló el Departamento de Estadísticas, el conflicto en Ucrania interrumpió las cadenas de suministro y la Reserva Federal de Estados Unidos elevó las tasas de interés, fortaleciendo al dólar frente a las monedas asiáticas.
Según declaró a los medios el director del Departamento de Política Monetaria del Banco Estatal de Laos, Soulisack Thammavong, para hacer frente a la inflación la entidad continuará endureciendo la política monetaria y gestionando el tipo de cambio.
El Gobierno laosiano se comprometió además a administrar los precios de los productos básicos en los mercados locales, con la intención de poder minimizar los impactos del aumento de los mismos entre la población más pobre del país.
jcm/mpm