La Corte Suprema quiere dar oídos a Gonçalves y para ello el juez Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal (STF), dictaminó que la fuerza del orden público preste atención a su testimonio.
De Moraes también determinó que el nuevo jefe interino del GSI, Ricardo Cappelli, informe al STF en 24 horas la identificación de todos los servidores, sean civiles y militares, que aparecen en las imágenes.
El documento fue firmado por el magistrado el miércoles y hecho público la víspera.
«La prensa transmitió gravísimas imágenes que indican la actuación incompetente de las autoridades responsables de la seguridad interna del Palacio del Planalto, inclusive con la ilícita y connivente omisión de diversos agentes del GSI», indicó un extracto del laudo.
Además, el ministro estableció que el Gobierno informe si cumplió íntegramente dos fallos anteriores firmados por él: la obtención de los vídeos de todas las cámaras del Distrito Federal y la audiencia de todos los involucrados en la contención de los actos.
Las nuevas imágenes, divulgadas por la televisora CNN Brasil, muestran a Gonçalves y a empleados del citado ministerio caminando entre los golpistas en los pisos más altos del Planalto, sede del Poder Ejecutivo, en el momento de la invasión del 8 de enero.
En los vídeos el equipo del GSI, que proporciona seguridad al presidente, da agua a los invasores e indica una salida de emergencia.
Ante los hechos, el general manifestó que su staff estaba dirigiendo a los extremistas al segundo piso para ser arrestados.
Pese a tales argumentos, la Secretaría de Comunicaciones del presidente Luiz Inácio Lula da Silva tuiteó que Goncalves fue cesado como jefe del GSI y asumió Capelli, al frente de la seguridad de Brasilia tras la intentona golpista.
Con pedidos de intervención militar y rechazo a la asunción al poder de Lula, grupos de partidarios radicales del exmandatario Jair Bolsonaro protagonizaron los hechos golpistas del 8 de enero en esta capital.
En esa fecha, marcada en negro en la historia nacional, los extremistas de derecha irrumpieron violentamente y saquearon las sedes del Congreso Nacional, el STF y Planalto.
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