El diario El Mundo señaló que así respondió Bukele a críticas por las capturas de pandilleros de programas de rehabilitación dirigidos por pastores en El Salvador.
El mandatario aseguró que los pastores tienen razón al decir que “Dios puede redimir a cualquiera” pero que “en la Tierra aún deben enfrentar las consecuencias de sus acciones”.
Es cierto que “Dios puede perdonar sus pecados y salvarlos” pero aclaró que deben pagar las consecuencias, ante una publicación de Los Angeles Times el 19 de abril sobre programas de rehabilitación para expandilleros, indicó El Mundo.
El tema fue abordado en los últimos días por varias voces autorizadas, entre ellas el cardenal Gregorio Rosa Chávez quien criticó la ausencia de la reeducación en el programa de seguridad del Gobierno.
“En la propuesta del gobierno no hay ningún componente de rehabilitación. El pandillero ha sido demonizado de tal manera que está destinado a morir en la cárcel”, dijo en entrevista a Alfa y Omega, de España.
El artículo 27 de la Constitución salvadoreña prohíbe la pena de muerte, penas perpetuas y toda especie de tormento y obliga al Estado a organizar los centros penitenciarios con ideas de reeducación, readaptación y la prevención de los delitos.
Por otra parte, destaca en los pronunciamientos del ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, la negativa a que los pandilleros vuelvan a sus comunidades, lo que es casi tácitamente una condena a cadena perpetua.
La rehabilitación de miles de reos en El Salvador es una asignatura pendiente de la estrategia del gobierno para enfrentar a las pandillas, estiman otras fuentes, entre ellas la abogada y secretaria de Organización del Partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, Lourdes Argueta.
Argueta es partidaria de una política que trate de salvar a miles de jóvenes, un 80 por ciento del total de pandilleros o presuntos pandilleros, detenidos en el país.
Es un tema muy complicado, muy complejo y la preocupación es esa, vemos como el tema de la prevención fue completamente borrado de la política criminal o remedo de política criminal que impulsa este gobierno, subrayó Argueta en declaraciones a Prensa Latina.
oda/lb