Su práctica en el contexto periodístico latinoamericano y en particular, en el de su país, refleja el compromiso de este autor con la tarea de “dar testimonio” de su entorno sociocultural.
Valencia posee una sólida experiencia como columnista en varios periódicos, entre ellos, El Tiempo, o en las revistas Gatopardo, El Malpensante y Credencial, con lo cual muestra su capacidad creativa para documentar, desde una particular postura y vivencia, la realidad circundante.
Durante sus charlas y diálogo con otros intelectuales invitados al evento, así como con la prensa, el escritor suramericano confiesa exteriorizar en todo momento sus puntos de vista de manera directa.
«Ante todo quiero decir, y de hecho, digo, lo que más directamente y mejor se me entienda, aun cuando sea una respuesta manida», manifiesta el escritor.
Para mí es un verdadero honor formar parte del cuadro de jurados de este premio emblemático y mítico para América Latina, agregó.
Sin embargo, más allá de ese gran mérito está la enorme responsabilidad que conlleva la labor de ser parte de dicho comité, pues, quizá este sea uno de los galardones más grandes recibidos por un literato, apuntó.
El intelectual añadió que por todo ello su compromiso es con cada uno de los colegas suyos, anteriormente jurados y participantes.
A su juicio, la literatura testimonial puede ser el género de mayor proyección en idioma castellano.
Posee una vitalidad cada vez más potente, expresa, porque está en permanente construcción.
Desde sus trincheras podemos escuchar la enorme polifonía de un continente y esta forma literaria engrandece con su manera sutil y elegante las realidades de estos tiempos, y es tan vital e impredecible como los movimientos sociales, subrayó.
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