Más del 60 por ciento de los preguntados dio esa calificación a la situación del país, indicó una pesquisa de microeconomía desarrollada por el Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Universidad Francisco Gavidia (UFG).
En respuestas al sondeo, pobladores dijeron que dejaron de comer carne de res, pollo y huevos a causa de su alto costo, lo cual se refleja en las alzas constantes del precio de la canasta básica.
El director del instituto, Óscar Picardo, en declaraciones al programa de entrevistas Frente a Frente de la Telecorporación Salvadoreña de Televisión dijo que el muestreo resume a la perfección los datos obtenidos en la misma: «menos carne más optimismo».
El sondeo reflejó que el 65 por ciento de los preguntados apreció un incremento muy alto en el costo de los productos y servicios, destacando los rubros de alimentación y salud.
La situación económica provocó que siete de cada 10 personas modifiquen su presupuesto, buscando opciones más baratas o comprando menos alimentos, y en muchos casos recortando o eliminando turnos de comida.
Los datos indican que el 75.3 por ciento de los encuestados disminuyeron el consumo de carne de res, el 40.3 el de pollo, 32.2 de los huevos y el 23.5 por ciento redujo la ingesta de queso, a causa de sus altos precios.
Los datos divulgados por la UFG precisaron que la canasta básica subió 34 dólares en un año para golpear el consumo, sin embargo, la pesquisa indicó que cinco de cada 10 personas son optimistas sobre el futuro económico del país y confían que mejore.
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