El panel sería similar al que se creó para indagar sobre los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, y estaría integrado por 10 miembros, cinco de cada partido, según el texto bajo discusión.
La iniciativa, que podría presentarse a votación en el plenario del Senado en los próximos días, parece estar a punto de fracasar ya que un número creciente de legisladores del partido rojo sigue la decisión de su líder de la en esa instancia legislativa, Mitch McConnell (R) de oponerse a la medida.
También una figura clave del partido rojo en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, rechazó la iniciativa, según su criterio ‘debido a las desviaciones políticas que empañaron ese proceso, su naturaleza contraproducente, y porque el alcance previsto para la comisión no incluye otras formas de violencia política’.
Este estancamiento reavivó un sentido de incertidumbre entre los demócratas sobre la posibilidad de que obtengan los 10 votos republicanos necesarios para que la propuesta legislativa sea aprobada por los senadores, señala este martes el diario The Hill.
El proyecto de ley que pretende conformar este panel sobre los ataques del 6 de enero, es uno de varios temas en la agenda del Senado durante un período de verano crucial que al parecer estará caracterizado por el obstruccionismo legislativo de la oposición republicana.
Según The Hill, dichas maniobras dilatorias permanecieron inactivas durante los primeros cuatro meses de la administración del presidente Joe Biden, mientras los demócratas utilizaban el procedimiento legislativo de reconciliación para aprobar un paquete de inversiones en infraestructura por alrededor de dos billones de dólares.
Aunque el liderazgo republicano del Senado no ha anunciado formalmente que bloquearán el proyecto de ley de la comisión del 6 de enero, algunos legisladores del partido rojo manifestaron su esperanza de que dicha iniciativa fracase en el Senado.
La oposición republicana exige ampliar el alcance de la comisión para que pueda abarcar la violencia en varias ciudades estadounidenses, en particular las organizadas por el movimiento Black Lives Matter, así como un tiroteo en 2017 durante un juego de béisbol entre legisladores republicanos, entre otros incidentes.
Sin embargo, los legisladores de ambos partidos, así como los líderes de seguridad nacional fuera del Congreso, solicitaron durante meses una comisión independiente inspirada en la formada a raíz del 11 de septiembre para evaluar el asalto del 6 de enero a la sede del legislativo, que puso en evidencia uno de los peores fallos de seguridad en la historia de Estados Unidos.
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