Dicha entidad exigió a los fiscales de esta capital cooperar con los funcionarios de Seguridad Pública y de otros departamentos implicados en las pesquisas para identificar a los responsables del suceso, reunir todas las evidencias, aplicar las debidas sanciones y proteger los derechos de las víctimas.
Llamó la atención sobre los problemas expuestos tras el incidente, como las fallas en el cumplimiento de los estándares de seguridad.
Aparte de la Procuraduría, un comité del Consejo de Estado (Gabinete) también supervisa la indagatoria, cuyos resultados preliminares ubican el origen del incendio en las chispas que soltó un equipo de soldadura usado durante la remodelación del ala este del centro.
El siniestro tuvo lugar en el hospital Beijing Changfeng el pasado 18 de abril y entre las víctimas hubo 26 pacientes con un promedio de 71 años de edad, un familiar acompañante y dos trabajadores.
También 39 individuos resultaron lesionados, de ellos 18 presentaban condiciones severas y otros tres estaban críticos.
El hospital transfirió a 142 pacientes a otras unidades de la ciudad, suspendió temporalmente las consultas externas y solo permite la entrada a quienes aun siguen ingresados en su instalación y a los familiares.
La policía arrestó a 15 personas, incluido el director del sanatorio y los encargados de la construcción.
A raíz de la tragedia, China ordenó una revisión de los sistemas de seguridad de todos los hospitales de su territorio.
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