“Estas tropas arribarán a partir del 10 de mayo y después en las siguientes semanas”, dijo el portavoz del Pentágono, el general Patrick Ryder, al insistir que “son fuerzas en servicio activo”.
Según el vocero, esos elementos serán desplegados durante 90 días para apoyar labores del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), particularmente de oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza cuando finalice el 11 de mayo el polémico Título 42, una medida antiinmigrante adoptada por Trump durante la pandemia de la Covid-19.
El programa sanitario, implementado entonces por los Centros para el Control de Enfermedades, permitió la expulsión expedita de más de dos millones de inmigrantes desde 2020 a la fecha. “Vamos a explorar otras opciones para retornar a estos miembros del servicio activo a sus centros y potencialmente enviar a reservas o contratistas”, dijo Ryder, quien confirmó que dos mil 500 elementos de la Guardia Nacional están apostados en los límites con México, por lo que la nueva dotación elevará a cuatro mil la cifra de militares en apoyo al DHS.
Para los defensores de los migrantes, “en lugar de mandar tropas no policiales a la frontera, la administración Biden debe restaurar el derecho de asilo y priorizar el abordaje de los factores que hacen que las personas huyan a Estados Unidos”, afirmó Vicki Gass, directora ejecutiva de la organización LatinAmericaWorkingGroup.
Las causas de la migración —señaló— hay que buscarlas, entre otros factores, en los modelos económicos inoperantes y la pobreza. Mientras estos temas no se aborden, “la gente seguirá en busca deuna mejor forma de vida. Una solución militar no es la respuesta”, advirtió Gass, citada por el diario La Opinión.
La administración demócrata enfrenta fuertes críticas del lado republicano por el incremento de inmigrantes en la frontera sur y presionan por iniciativas que aumenten la seguridad y propicien mayores deportaciones.
Incluso, Texas introdujo el proyecto de ley HB 20, que permitirá la institución de la Unidad de Protección Fronteriza para detener a los indocumentados.
Algunos observadores alertan que la creación de un grupo de oficiales, civiles delegados, que puedan “arrestar, aprehender o detener a personas que cruzan ilegalmente entre Texas y México”, no sería más que un escuadrón paramilitar.
Justo el 3 de mayo, Trump volvió a la carga contra Biden desde Florida por el asunto migratorio. El expresidente, que lanzó su campaña electoral por la Casa Blanca para 2024, afirmó que Estados Unidos no podrá “sobrevivir” a dos años más de “invasión” de inmigrantes.
El 25 de abril pasado,Biden anunció su candidatura a la reelección y el magnate republicano lo atacó por un flanco vulnerable, ya que al actual ocupante del Despacho Oval lo responsabilizan de la crisis migratoria en la frontera con México.
(Tomado de Orbe)