El alto funcionario aseguró que se mantendrá el suministro de agua hasta que lleguen las lluvias y anunció nuevas medidas para encarar lo que consideró como el «peor déficit hídrico desde que se empezaron a tomar registros, desde hace 74 años».
Junto a los ministros de Salud Pública, Desarrollo Social, y Medio Ambiente, enfatizó que el agua que suministra la estatal empresa Obras Sanitarias del Estado (OSE) “es apta para el consumo humano y para todos los aspectos esenciales de la vida”.
Adelantó la construcción la próxima semana de una represa para asegurar la estabilidad del embalse de Paso Severino, principal fuente de abastecimiento de agua potable a esta capital, hoy con su cauce menguado.
También la agilización de reparaciones de las perdidas que OSE tiene en la red de cañerías, que en algunos departamentos, dijo, llegan al 50 por ciento. En ello participarán también las intendencias departamentales.
El poder ejecutivo evalúa opciones en las tarifas, en particular para estimular a quienes hacen uso racional del vital líquido.
Las acciones gubernamentales incluyen la compra de una planta desalinizadora que podría estar operativa pronto, entre otras inversiones.
También comprenden medidas para mayor atención a sectores vulnerables y de riesgo, a los que se le asegurará el acceso a agua embotellada.
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