Según el portal G1, interlocutores cercanos a Lula afirman que, entre los motivos para la decisión, está la cadencia intensa de agendas en Brasil y en el exterior.
Asegura que el gobernante también se quejó de un dolor de cadera, que no responde a tratamientos no invasivos. El equipo médico evalúa la posibilidad de una cirugía.
En un discurso en el estado de Bahía (nordeste), el 11 de mayo, Lula llegó a citar el problema de salud y bromear con el senador Otto Alencar, ortopedista y con un hijo cirujano.
«Después, voy a hacer una cita con Otto. Tengo un problema en la cabeza del fémur y tú eres ortopedista, lo sabes. Y sabes que vas a tener que curarme porque soy bueno con la pelota (fútbol), no puedo jugar más por eso cuando estoy aquí. Yo tomo inyecciones ya no resuelve eres tú que vas a curarme, Otto», recalcó el extornero mecánico, de 77 años.
Lula pasó en febrero por una resonancia magnética en la cadera en Brasilia.
El presidente embarcó rumbo a Japón en la mañana de este miércoles y llegará el viernes a Hiroshima. En abril también hizo un viaje de más de 24 horas para una visita oficial a China.
Poco después de regresar del viaje a Londres para la coronación de Carlos III como rey del Reino Unido, el mandatario enmendó en la última semana compromisos de un día entero en Bahía y luego en el estado de Ceará (nordeste).
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