En una sesión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la funcionaria precisó que los ataques tendrían esa categoría si su impacto en la población y la infraestructura civiles fue indiscriminado y desproporcionado.
Israel bombardeó este mes Gaza, uno de los territorios más densamente poblados del mundo, en respuesta a cohetes lanzados por el movimiento de resistencia Hamas, tras las agresiones de extremistas y colonos judíos contra palestinos en la ocupada Jerusalén Oriental y sus sitios sagrados.
Bachelet manifestó en la reunión sobre la situación de los derechos humanos en los territorios ocupados que no ha visto pruebas de la justificación israelí de que en las instalaciones atacadas se encontraban grupos armados.
Asimismo, expuso en el foro que la escalada de hostilidades entre las partes es la peor desde 2014, cuando Gaza quedó devastada.
Diversas fuentes reportan más de 240 muertos, entre ellos decenas de niños, y cientos de heridos en la Franja como resultado de los bombardeos.
Estos ataques plantean serias preocupaciones del cumplimiento por parte de Israel de los principios de distinción y proporcionalidad según el derecho humanitario internacional, insistió la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
Por su parte, el canciller palestino, Riyad al Maliki, demandó al Consejo una investigación sobre los crímenes de Tel Aviv y recordó que la ocupación es una fuente perpetua de agresión.
En su intervención, denunció el sistema colonial israelí, al cual calificó de apartheid, y afirmó que impide la materialización del derecho del pueblo palestino a la autodeterminación y la independencia.
Puede ponerse fin a este infierno si hay voluntad política internacional, sentenció en la sesión.
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