«La decisión del Consejo de Información Audiovisual sobre la suspensión de las licencias de seis canales de televisión relacionados con Rusia o rusos fue audaz y seguiremos actuando de la misma manera», declaró Grosu, según destacó este jueves el rotativo Argumenti i Fakti.
En opinión de Grosu, la solución para Moldavia está en mantener una voz común a nivel de la Unión Europea y de los países vecinos para prohibir el uso de estas herramientas para promover la desinformación, el odio y la desestabilización», concluyó.
El verano pasado, las autoridades impusieron restricciones a todos los programas informativos procedentes de Rusia. Además, el sitio web de noticias Sputnik Moldova y varios otros recursos fueron posteriormente bloqueados.
El gobierno de Chisinau suspendió las licencias de otros seis canales de televisión moldavos, a los que se acusó de cubrir de forma inexacta los acontecimientos en Ucrania. La oposición y los abogados moldavos calificaron de ilegales las medidas del Gobierno.
La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, declaró que Rusia califica la decisión de las autoridades moldavas sobre los canales de televisión de cínica violación de los derechos de las minorías nacionales y exige que las organizaciones internacionales especializadas hagan una evaluación adecuada.
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