Durante un discurso a propósito del aniversario 128 del natalicio del Héroe Nacional nicaragüense, el jefe de Estado señaló que Sandino se ganó el respeto de los pueblos y logró expulsar a los invasores yanquis del país, acción que para muchos parecía imposible.
En su intervención, Ortega aludió a una carta enviada por su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, en la cual calificó a Sandino como referente de las luchas antiimperialistas del continente y como hombre de acción.
Pero también, apuntó, de combate efectivo en el terreno, de intrépida valentía que derrotó al “prepotente blanco invasor, exuberante de tecnología, pero mísero en dignidad y valor”.
Subrayó que fue un “hombre de principios”, amor patrio, voluntad inquebrantable, de servicio y entrega al prójimo, insobornable, y con una magnánima autoridad moral que nutrió su liderazgo político y revolucionario, pero, sobre todo, opinó, “un hombre de ideas”.
Expresó que Sandino, más que continuar el ideal bolivariano, lo completa y lo actualiza en acción libertaria y latinoamericanista, en una carta enviada a los gobernantes de América, fechada el 4 de agosto de 1928.
“Sólo debemos pensar en nuestra unificación y comprender que el imperialismo yanqui es el más brutal enemigo que nos amenaza y está propuesto a terminar, por medio de la conquista, con nuestro honor racial y con la libertad de nuestro pueblo”, señaló.
El presidente destacó que honrar a Sandino, “hoy significa ratificar nuestra convicción antiimperialista e internacionalista”.
Por otro lado, el mandatario nicaragüense se refirió al intento de golpe de Estado fallido de 2018 y recordó cómo los golpistas mataron a varios policías, pero “queríamos evitar el costo de tener que desalojarlos”.
Comentó que muchas personas se confundieron por las campañas mediáticas montadas y rememoró las acciones violentas generadas por los grupos terroristas, quienes pretendían destruir la Revolución sandinista.
“De todo esto fue testigo Nicaragua y eso no se puede olvidar”, expresó Ortega, y añadió que el más afectado fue el pueblo, pues quienes promovieron los tranques “eran vendepatrias y sólo esperaban que abandonáramos el Gobierno”.
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