Según precisaron las autoridades locales, se trata de un paso necesario para optimizar el principio de Un país, dos sistemas, así como coordinar mejor el desarrollo de toda la nación y la Región Administrativa Especial.
Añadieron que ayudará a evitar y frenar la injerencia extranjera, proteger la soberanía y garantizar la continua prosperidad y estabilidad de la sociedad de Macao.
El verano pasado ese territorio sureño puso a consulta los cambios y luego su gobierno entregó las opiniones de la población a la legislatura local.
Entre las reformas planteadas está modificar el crimen de “subversión contra el Gobierno central de China” a “subversión al poder estatal” e incluir el delito de “incitación o apoyo a la sedición”.
También se propuso como medidas preventivas aplicar la intercepción de comunicaciones de inteligencia, restricciones temporales a los viajes y la solicitud de información sobre las actividades de individuos u organizaciones consideradas sospechosas.
Macao introdujo inicialmente su referida legislación en 2009.
Observadores chinos indican que la decisión de enmendarla es una experiencia positiva para la vecina Hong Kong, que aprobó la suya en 2020.
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