El exmilitar aseguró que personas importantes discutieron encerrarlo antes de la salida de su gobierno (2019-2022), en una especie de prisión ligera «solo para sellarlo con la etiqueta de expresidiario».
Por lo menos Bolsonaro resulta blanco de 24 acciones e investigaciones en la justicia, entre ellas, sobre supuestos incitadores y autores intelectuales de los actos golpistas del 8 de enero en esta capital.
Desde que retornó de Estados Unidos el 30 de marzo, el político de tendencia ultraderechista tuvo que declarar ante la Policía Federal (PF) por diferentes causas, como por el fraude en su tarjeta de vacunación antiCovid-19, con la finalidad de burlar restricciones e ingresar en diciembre al país norteño con su familia.
A Veja, Bolsonaro citó el caso de la expresidenta boliviana Jeanine Áñez, detenida y condenada bajo la acusación de actos antidemocráticos, pero negó temer que lo mismo ocurra con él en el gigante sudamericano.
«Para tener alguna razón que justificara eso, tendría que haber hecho al menos un 10 por ciento de lo que ella hizo. Y yo hice el cero por ciento», aclaró.
Insistió que algunas personas importantes, sin decir nombres, «viene por mí con lupa. Esperaba persecución, pero no de esa manera. El martes, ni siquiera había salido del edificio de la PF y la copia de mi declaración ya estaba en la televisión. Es una porquería. Todo mi entorno es monitoreado desde 2021», apuntó.
Durante el diálogo con la revista, el excapitán del Ejército expresó creer que «alguien se equivocó» en el caso de la emisión de cartones falsos de vacunación. Sin embargo, defendió a su exayudante de órdenes, teniente coronel Mauro Cid, detenido este mes por sospecha de participar en el esquema engañoso.
«Nunca tuve ninguna razón para desconfiar de él, y no quiero acusarlo de nada. Tengo un cariño muy especial por él. Es hijo de un general de mi clase. Lo considero un hijo», remarcó.
Sobre las acciones antidemocráticas del 8 de enero, el exparacaidista respondió que cualquier «manifestación siempre es una cosa justa, legal, si fuera sin violencia» y reconoció que los actos golpistas con depredación de las sedes de poder en Brasilia, fueron «una cosa infeliz».
El exgobernante fue incluido en la investigación después de compartir, dos jornadas después de los hechos, un video con acusaciones sin pruebas contra el Supremo Tribunal Federal y el Tribunal Superior Electoral.
Bolsonaro aseveró en su testimonio ante la PF que la publicación se hizo por error.
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