«Desde su Uneac que fundó junto a un grupo de reconocidos escritores y artistas, enviamos nuestras condolencias a familiares, amigos y lectores», publicó Morlote en su cuenta de la red social Twitter.
Al conocer el triste acontecimiento, el vicepresidente de esa organización Pedro de la Hoz escribió en su página de Facebook que murió «un hombre esencial en la cultura cubana. Es de los muertos que no descansan en paz».
Miembro de la Academia Cubana de la Lengua, el destacado escritor nació en la oriental ciudad de Santiago de Cuba, el 14 de agosto de 1935. Su familia se trasladó en 1947 a La Habana, en cuya universidad se graduó de Filología.
Desde muy joven se interesó por la literatura y el teatro. Su pieza teatral El caso se investiga, estrenada en 1957, se convirtió en un hito, al unir por primera vez en la escena nacional la herencia vanguardista europea con el vernáculo.
En esa etapa publicó críticas, piezas teatrales, narraciones y poemas en la revista Ciclón. En 1962 apareció su primer libro, En claro, donde se recogen sus poemas de adolescente.
Trabajó en el suplemento literario Lunes de Revolución, también fundó y dirigió durante cinco años la prestigiosa revista Casa de las Américas.
Sus piezas teatrales han sido traducidas al polaco, inglés y francés y se han montado en Estados Unidos, Venezuela, México, Puerto Rico y Polonia. Sus textos fueron publicados en la revista Europe, L’Arc, Les Lettres, Quimera, Siempre, Ever green, y en casi todas las revistas cubanas.
Por su obra Los siete contra Tebas (1968) le fue conferido el Premio de Teatro de la Uneac.
Recibió mención de Teatro por El vivo al pollo y de Poesía por Repaso final en el concurso Casa de las Américas, además obtuvo premios de la Crítica Literaria por La caja está cerrada (1984), Lirios sobre fondos de espadas (1985), La tierra permanente (1987) y La noche del aguafiestas (2000).
Al intelectual cubano le fueron otorgadas la medalla Alejo Carpentier y la distinción por la Cultura Cubana.
Recibió el Premio Nacional de Literatura en 2000, y en el 2003 la Editorial Letras Cubanas le editó la pieza teatral Las tres partes del criollo, y en 2005, su libro de ensayos El hombre discursivo.
Fue acreedor además del Premio Iberoamericano de Cuento Julio Cortázar 2005, que concede el Instituto Cubano del Libro, por el relato El envés de la trama.
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