Citado por el portal Rede Brasil Atual, el análisis de la agencia de marketing Ativaweb revela que solo en Instagram, la sangría superó los dos millones.
Por la caída, se redujo en 4,5 puntos porcentuales la participación del exmandatario en esta plataforma.
De acuerdo con el estudio, los perfiles de Bolsonaro comenzaron a retraerse en número de seguidores después de que viajó a Estados Unidos (diciembre), antes de la toma de posesión del presidente Luiz Inácio Lula da Silva (1 de enero).
El exgobernante también fue perjudicado por el silencio que adoptó después de perder la elección.
La investigación muestra que las crisis y escándalos que salpican a Bolsonaro, desde que dejó el gobierno, como el intento por quedarse con las joyas sauditas y el fraude en la tarjeta de vacunación antiCovid-19, reaniman la militancia bolsonarista (adeptos del exmilitar) en el medio digital, lo cual parece natural.
Para el analista de datos Alek Maracaja, de la propia Ativaweb, un estudio de la agencia ya apuntaba que del 1 de octubre al 19 de diciembre de 2022, Bolsonaro perdió un millón 110 mil 972 seguidores en las plataformas del grupo estadounidense Meta, dueño de Instagram y Facebook.
En un artículo publicado en el sitio web Poder360 el 21 de enero, titulado «Carluxo y el marketing de lío de Bolsonaro», Maracaja señala que el excapitán del Ejército estaba siendo víctima «de lo que podemos llamar la comunicación sin palabras».
Según el estudioso, Bolsonaro perdió más de lo que ganó con el poder otorgado a Carlos Bolsonaro, su hijo, en el área de comunicación.
Desde que fue derrotado por Lula el 30 de octubre, el diálogo entre Bolsonaro y sus electores era «casi nulo». De hecho, en ese momento, desapareció del escenario.
Más tarde, se supo que el aún jefe de Estado ejerció los últimos dos meses de mandato intentando a toda costa recuperar las joyas de Arabia Saudita, que quedaron decomisadas en la aduana del aeropuerto internacional de Guarulhos, en Sao Paulo.
El gran error de Carlos Bolsonaro, de acuerdo con el artículo de Maracajá, fue el contenido del 10 de enero en Facebook del entonces gobernante, dos días después del ataque terrorista a Brasilia.
La publicación, en opinión del analista, fue de Carlos. Ella llevó al expresidente a ser incluido como investigado en el caso que averigua la autoría intelectual de las acciones antidemocráticas.
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