‘Un fragmento del fémur de esta víctima fue encontrado el 14 de enero de 2021 por los bomberos. Poco después, esa parte fue remitida al Instituto Médico Legal. Tras la revisión, el material fue remitido al Instituto de Criminalística’, informó la Policía Civil.
El obrero Renato Eustáquio de Sousa era empleado de la empresa Vale, propietaria del embalse.
A las 12:28 del mediodía del 25 de enero de 2019 cedieron los diques de contención de la presa de Córrego do Feijao, barrio rural de Brumadinho, en Minas Gerais, y se liberó un torrente de lodo y residuos mineros (más de 12 millones de metros cúbicos) que arrasó con todo lo que encontró a su paso.
La desventura del depósito de la empresa Vale es la primera de grandes proporciones desde el accidente del 5 de noviembre de 2015 en el subdistrito de Bento Rodrigues, a 35 kilómetros del centro del municipio de Mariana, también en esa división territorial.
Ahora, solo 10 personas siguen desaparecidas de la tragedia de Brumadinho. El derrumbe mató a 270 personas en total.
Según el superintendente de la Policía Técnica Científica, Thales Bittencourt, la Policía Civil todavía procesa 35 segmentos de cuerpos, que pueden ser de esos desaparecidos.
La institución recibió 909 restos desde el inicio de las obras de búsqueda. De ellos, 874 se cartografiaron completamente y la mayoría dio lugar a nuevas identificaciones.
Desde diciembre de 2019, las autoridades no identificaban a ningún cuerpo bajo el mar de lodo.
La operación del Cuerpo de Bomberos resulta continua desde la catástrofe, con solo dos interrupciones a causa de la pandemia de Covid-19.
La Fiscalía de Minas Gerais denunció a 16 personas por asesinato y crimen ambiental, entre ellos a Fábio Schvartsman, expresidente de Vale.
Aún la población afectada vive con la incertidumbre sobre las causas y responsables de la catástrofe.
Eva Aparecida, madre del soldador identificado este jueves, comentó: ‘nuestro primer hijo tenía muchos sueños. Sus hijas me preguntan: ¿a dónde fue mi padre?’.
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