En su cuenta de Twitter, el secretario general de la OLP, Hussein al-Sheikh, manifestó que el gobierno israelí envió al ejército a cometer otro de sus crímenes diarios contra los palestinos, el último de los cuales fue la matanza al amanecer en el campamento de refugiados de Balata en Nablus, en el norte de Cisjordania.
La autoridad indicó que el ente de Tel Aviv declara una guerra abierta contra los palestinos al matar, destruir casas, asentamientos y lugares sagrados.
En este sentido, Al-Sheikh puntualizó que tales acciones requieren de la unidad de todos los palestinos para enfrentar la arrogancia y la peligrosa escalada de las fuerzas de ocupación.
Sobre la nueva acción israelí, el gobernante Movimiento de Liberación Nacional Palestino, Fatah, lamentó el fallecimiento de los tres jóvenes y subrayó que continuará la lucha hasta ganar los derechos legítimos y establecer el estado soberano independiente con Jerusalén como su capital.
Mediante un comunicado, Fatah agregó que este crimen refleja el enfoque sangriento del gobierno de ocupación extremista, que practica las políticas más agresivas de terrorismo y violencia contra el pueblo palestino.
Al mismo tiempo, pidió a la comunidad internacional intervenir de inmediato para detener las matanzas israelíes, pues su silencio da a la ocupación el pretexto para continuar con los ataques contra los palestinos.
De acuerdo con la agencia Wafa, el asalto al campamento de refugiados de Balata por parte de uniformados israelíes provocó la muerte de Fathi Jihad Rizq (30 años), Abdullah Yousef Abu Hamdan (24) y Mohammad Bilal Zeitoun (32), además de causar lesiones a otros seis ciudadanos y saquear hogares.
Hasta el momento, el número de palestinos muertos a manos del Ejército israelí superó los 141 desde principios de año en Jerusalén, Cisjordania y la Franja de Gaza, incluidos mujeres y niños.
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