Cid, quien permanece preso en el Batallón de Policía del Ejército en Brasilia a causa de las investigaciones sobre fraudes en la tarjeta de vacunación antiCovid-19 de Bolsonaro, declaró por cuarta vez ante la Policía Federal (PF) en menos de dos meses.
Lo hizo este lunes por segunda ocasión respecto a los intentos de liberación de las prendas decomisadas por la Receita Federal (órgano responsable y administrador de los tributos y control aduanero) en el aeropuerto internacional de Guarulhos, en Sao Paulo, en octubre de 2021.
El portal G1 asegura que el oficial fue escuchado por videoconferencia y respondió a todas las interpelaciones hechas por el delegado Adalto Machado, de la PF en Sao Paulo. El contenido de su testimonio no fue revelado.
La semana pasada, la otrora mano derecha del exmilitar permaneció en silencio durante la audiencia sobre el caso de los cartones de inoculación.
El 5 de abril, Cid fue interrogado por el intento de la administración de Bolsonaro de entrar al país las carísimas alhajas sauditas sin declararlas a la Receita Federal.
Según la televisora CNN Brasil, Cid procuró cambiar la fecha de un oficio para recuperar los aderezos.
La fuente asegura que la PF tiene los mensajes enviados por Cid a Marcelo da Silva Vieira, entonces jefe del Gabinete Adjunto de Documentación Histórica (GADH), el 27 de diciembre de 2022, con el borrador de la carta dirigida a la Receita Federal, en el cual solicitaba la incorporación de los bienes retenidos por el órgano.
En el documento, él afirmaba que los productos, que no fueron descritos, habrían sido encaminados al Estado brasileño.
La fecha fijada era el 23 de diciembre, es decir, cuatro días antes.
Sin embargo, Da Silva Vieira respondió cuestionando si el asunto fue determinado, y que, por las joyas ser destinadas al Estado, tendría que ser tratado con la Secretaría de Administración.
El exjefe de Gabinete entregó la imagen de la conversación voluntariamente a la PF y ratificó que Bolsonaro participó en una llamada en la que Cid pedía que él firmara un oficio para liberar un estuche de joyas, valoradas en más de tres millones de euros, y retenido por la aduana de Guarulhos.
Bolsonaro aseguró a periodistas la pasada semana, tras salir del Senado, que los costosos objetos nunca pasaron por sus manos o las de la exprimera dama Michelle Bolsonaro.
La policía percibe «pruebas concretas» de que el excapitán del Ejército actuó siempre con intentos de recuperar las joyas, pero el político de tendencia ultraderechista niega que se haya cometido alguna irregularidad.
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