La organización reveló que Daqqa sufre el delito de negligencia médica, tras padecer un cáncer que afecta su médula ósea sin recibir el tratamiento adecuado.
En este sentido, la institución denunció el sospechoso silencio que rodea el caso del prisionero, quien sufrió una recaída en los últimos días a consecuencia de una imprudencia.
Daqqa completó su sentencia de 37 años hace meses y el régimen israelí aún lo retiene por dos años más en un caso fabricado relacionado con la introducción de teléfonos móviles en prisión.
Según el director del Centro, Riyad Al-Ashqar, la intención de la administración carcelaria y el ente de Tel Aviv es mantenerlo en cautiverio para matarlo antes de ser liberado.
Ayer, el portavoz de la Oficina de Información de Prisioneros, Hazem Hassanein, advirtió que Daqqa sería sometido a un intento de asesinato similar al que sufrió el mártir Khader Adnan a inicios de mes.
En este contexto, el Ministerio de Prisioneros y Exprisioneros de Gaza rechazó las declaraciones del titular de Seguridad Nacional israelí, Ben Gvir, de que Daqqa «debe acabar con su vida dentro de la prisión».
De acuerdo con el canal panárabe Al Mayadeen, Sanaa Salameh, la esposa del prisionero manifestó que el gobierno sionista le impide visitar a Daqqa en el departamento de emergencias del Hospital Assaf Harofeh.
Cifras recientes, indicaron que hasta abril de este año cuatro mil 900 palestinos sufren de las atrocidades del régimen israelí en las prisiones, entre ellos 160 niños y 31 mujeres.
El gobierno de Tel Aviv mantiene en cárceles a más de 700 presos enfermos y cuatro miembros del Parlamento del Consejo Legislativo, así como a 23 arrestados antes de los Acuerdos de Oslo en 1993.
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