De manera general, en el país ya se comenzó a redoblar la vigilancia en escuelas, hospitales y otros lugares considerados más susceptibles a la propagación rápida del coronavirus SARS-CoV-2.
Los expertos urgen a la población a vacunarse, mantener la higiene, reposar y tratarse en casa cualquier malestar respiratorio.
Insisten también en usar las mascarillas faciales, especialmente, en lugares concurridos y cerrados.
Según los pronósticos, el alza de casos de Covid-19 reportado tras los feriados por el Día Internacional de los Trabajadores, será más fuerte en los próximos días y llegará a su pico hacia finales de junio.
Se espera un promedio de 65 millones de nuevos contagios a la semana, mayormente con la variante Ómicron XBB del coronavirus.
En la capital china la mayoría de quienes desarrollaron Covid-19 son jóvenes, con su primera infección y síntomas moderados.
Mientras, la provincia de Guangdong también confirmó un creciente número de enfermos, contagiados con la variante Ómicron XBB1.9.1.
El alza de casos de Covid-19 coincide con los previsiones sobre la pérdida de inmunidad colectiva cerca del verano, luego que el país en febrero pasado declaró el fin de la oleada más severa desde 2020, con saldo de miles de muertos y alrededor del 85 por ciento de la población infectada.
En ese contexto, China comenzó a aplicar su primera vacuna de factura nacional creada con la tecnología mRNA –similar a la Pfizer- y diseñada específicamente para evitar contagios con la Ómicron.
El programa de inoculación arrancó por la norteña provincia de Hebei, se extenderá paulatinamente hacia el resto del país y se utiliza como refuerzo a las personas previamente inmunizadas con doble dosis de otros preparados.
Las autoridades chinas la recomiendan porque ayuda a fortalecer el sistema inmune, sin provocar reacciones adversas.
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