La temporada ha sido en general discreta para la poderosa plantilla rojiazul y su entrenador, Christophe Galtier, eliminados temprano de la Liga de Campeones y de la Copa de Francia, pero garantizar esta noche la corona en el Stade de la Meinau sería al menos no irse con las manos vacías, además de dejar al PSG como máximo ganador doméstico.
El club capitalino, que acumula 10 títulos de Ligue1 al igual que el Saint-Etienne, llegará al partido en la penúltima fecha con 84 puntos, seis por delante del sorprendente Lens y 11 del más alejado Olympique Marseille, los dos primeros con cupos directos para la Champions de la próxima campaña.
Si bien serán muchas las ausencias parisinas, sus seguidores esperan que Messi y Mbappé en el ataque, y Marco Verratti y Vitinha en el mediocampo, resulten suficientes frente a un equipo anfitrión que marcha decimoquinto, cerca de la zona de descenso, al que se verán condenados este año cuatro clubes.
En lo individual, Mbappé (28 goles) buscará consolidarse como máximo artillero para igualar la hazaña de Jean-Pierre Papin de cinco coronas consecutivas, mientras Messi tratará de afianzarse entre los jugadores con más asistencias, categoría que lidera con 16.
Este sábado representará la salida a la cancha de todos los equipos, con el Lens de anfitrión del Ajaccio y el Marseille del Stade Brestois; el Mónaco enfocado en quedarse con la cuarta plaza recibirá al sexto puesto Rennes y el Lille, quinto, acogerá al Nantes.
Respecto al descenso, ya están condenados el colista Angers, Ajaccio y Troyes, con Nantes y Auxerre, que visitará al Toulouse, enrolados en la batalla por evitar ser el cuarto club perjudicado.
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