La mandataria planteó una serie de criterios sobre la agenda común para la integración suramericana, para la cual “debe existir pragmatismo” y añadió que “los acuerdos adoptados no sean declarativos, sino operativos y medibles», según dijo.
Tras pedir “más consenso y menos ideología”, dijo que “necesitamos respetar las orientaciones políticas y los procesos internos de los distintos países miembros”.
Boluarte agregó que debe existir eficiencia en los mecanismos de toma de decisiones y que “es indispensable vislumbrar una gestión flexible y eficaz, sin grandes estructuras o esquemas burocráticos”.
Propuso también un enfoque de largo plazo, que garantice la sostenibilidad de la integración sudamericana y emprender “un camino pausado, pero seguro, avanzando gradualmente hacia nuevas etapas a medida que alcancemos nuestros objetivos”.
La mandataria peruana lamento no estar presente en la cita convocada por el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, debido a las complejidades de la normativa interna de su país.
Se refirió así la mandataria al hecho de que la constitución establece que los jefes de Estado, en caso de viaje al exterior, solo pueden encargar el despacho presidencial al vicepresidente, cargo que quedó vacante cuando Boluarte asumió la Presidencia en reemplazo del destituido y encarcelado Pedro Castillo.
La mandataria expuso también la versión oficial del cambio de gobierno que la llevó al cargo el 7 de diciembre de 2022 y acusó a su antecesor de haber dado un golpe de Estado fallido.
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