Las dos partes analizaron durante una reunión en la sede de la Cancillería en esta capital, los planes futuros del Programa y la necesidad de que tome en cuenta las prioridades y necesidades de los sirios, y la importancia de la cooperación y coordinación con el gobierno sirio y los socios nacionales.
El ministro Al-Mekdad explicó los desafíos que enfrenta Siria, especialmente después del terremoto, además de las catastróficas secuelas de las sanciones unilaterales ilegales e inmorales impuestas al pueblo sirio por los países occidentales.
Denunció que las pérdidas enormes que sufre Siria debido a las fuerzas estadounidense que saquean las riquezas de los sirios y los privan de su trigo, petróleo y alimentos.
Estas acciones afectan el sustento de la población y aumentan los costos de proyectos que implementan las organizaciones y agencias de las Naciones Unidas en Siria, dijo el jefe de la diplomacia.
Reafirmó la necesidad de que la ONU rechace cualquier intento de dirigir, desviar y politizar la ayuda humanitaria por parte de algunos donantes.
Por su parte, Fleischer destacó la gran importancia que el Programa otorga a sus proyectos en Siria y la cooperación existente entre éste y el gobierno sirio.
Elogió las facilidades brindadas por el gobierno en este campo, y enfatizó que actualmente se priorizan los proyectos de recuperación temprana por sus efectos positivos tangibles que llevan a terminar con la dependencia de los beneficiarios de la ayuda humanitaria y brindarles los medios de vida que necesitan.
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