“Nuestro mundo es ahora demasiado interdependiente y no puede permitirse dividirse en bloques de países que promuevan sus intereses de forma aislada o insostenible”, señaló Francisco al recibir a los promotores de la IV edición del Festival Verde y Azul que se celebrara en Milán el 19 y 20 de octubre de este año.
Es un desafío «grande y exigente, porque requiere un cambio de rumbo, un cambio decisivo en el actual modelo de consumo y producción, demasiado a menudo inmerso en la cultura de la indiferencia y el derroche, el derroche del medio ambiente y el derroche de personas”,
El papa manifestó que “muchas cosas han cambiado en este medio siglo”, desde que el 5 de junio de 1972 se efectuó en Estocolmo, Suecia, la primera gran Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano, y aseveró que actualmente existe “una sincera y dolorosa preocupación por lo que le sucede a nuestro planeta”.
“Las heridas a la humanidad por la pandemia del Covid-19 y el fenómeno del cambio climático son comparables a las que resultan de un conflicto global”, afirmó el Obispo de Roma.
“Mientras que la humanidad en el período posindustrial quizás sea recordada como una de las más irresponsables de la historia, es de esperar que la humanidad de principios del siglo XXI pueda ser recordada por haber asumido generosamente sus graves responsabilidades”, agregó el Sumo Pontífice.
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