La flexibilización de las medidas de confinamiento se produce, luego que la semana pasada el Tribunal Supremo consideró imposible la imposición de una prohibición generalizada de los citados servicios.
El ejecutivo autorizó la asistencia a los locales, pero con limitaciones, pues solo pueden ser cuatro personas por mesa y éstas deben estar separadas a un metro y medio, así como se exige el uso de mascarillas, indicó Radio Praga Internacional.
Para mantener presente el combate contra el coronavirus SARS CoV-2, causante de la Covid-19, quienes acudan a las piscinas, saunas o parques acuáticos, deben someterse a una prueba de PCR por un sanitario.
Además, las discotecas y clubes reanudan su actividad, pero sin música en vivo y con la prohibición de bailar en esos salones, destacó el mismo medio de difusión.
Los clientes de los interiores de los restaurantes deben tener documentos para demostrar que fueron vacunados al menos con una primera dosis, se realizaron un PCR en la última semana o rebasaron el SARS CoV-2 en un plazo de seis meses.
De su lado, el ministro checo de Salud, Adam Vojtech, recordó que las sanciones para los clientes infractores son de cientos de euros y de hasta 117 mil euros para los dueños de los establecimientos.
La exigencia de las autoridades checas responde al hecho de que en su momento esta nación fue una de las de más casos y muertes por cada un millón de personas de toda Europa.
Hasta ahora, este país de 10,2 millones de habitantes acumula un millón 661 mil 272 contagiados, incluidos 30 mil 104 fallecidos. El número de personas que recibió la primera dosis de la vacuna contra el virus superó los 3,81 millones.
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