Las oficinas de Movilidad Segura durante seis meses aceptarán citas digitales mediante un sitio web definido, a partir de lo cual las personas podrán obtener el estatus de refugiado, programas para reunificación familiar y permisos laborales.
La medida forma parte de las acciones adoptadas por Washington para intentar reducir el flujo migratorio hacia la frontera con México ante la suspensión el pasado 11 de mayo del Título 42, que permitía las expulsiones inmediatas.
El programa aplica para personas originarias de este país, Honduras, El Salvador y Nicaragua, algo que a juicio de los expertos generaría un ingreso masivo y falta capacidad para proveerles los servicios básicos.
El coordinador del departamento de investigaciones sociopolíticas de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), Jahir Dabroy, descartó que la iniciativa naciera de manera genuina y exclusiva por parte de las autoridades nacionales.
“Estados Unidos, dentro de su lógica de política exterior, siempre manejó el asunto de tener el control, de qué es lo que está pasando y, sobre todo, la información, en este caso, de quiénes son las personas que pretenden ingresar a dicho país”, agregó.
Lo que buscan es detener la migración y ello probablemente traerá efectos negativos a Guatemala, con respecto a las caravanas de migrantes que se movilizaron a las fronteras, amplió Dabroy al diario La Hora.
La experta en estos temas Aracely Martínez planteó, por su parte, que el gobierno “tiene que contar con los fondos necesarios para garantizar la ayuda humanitaria, mientras que se les otorga asilo o son devueltos”.
Este compromiso requiere mucha coordinación interinstitucional para garantizar que se cubran todos los derechos, “porque si no vamos a tener población flotante dentro del territorio, lo que creará una mayor crisis migratoria”, señaló.
Comentó que de momento hay muchas dudas en el ambiente, “hasta ahora no se sabe cómo se trabajará en estas oficinas, ni qué apoyo darán”, reflexionó.
Preocupa también cómo Estados Unidos está externalizando la frontera, o sea, los servicios, lo que podría conllevar una crisis migratoria aún más grande dentro de la región, remarcó.
Para el estudioso del asunto Fernando Castro, no hubo un tiempo prudente para capacitar a los funcionarios que atienden estas oficinas, ni se realizó la campaña correspondiente de información.
Guatemala y Estados Unidos concretaron esta idea tras una visita el 30 de mayo último de Phil Gordon, asesor de Seguridad Nacional de la vicepresidenta norteamericana, quien encabezó aquí una delegación de alto nivel.
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