Ello ocurre después de anunciarse esta operación para evitar la quiebra inminente del que era el segundo banco de Suiza, arrastrado por un movimiento de pánico entre los inversores.
El Gobierno suizo instó a UBS a comprar Credit Suisse, considerado un banco de riesgo sistémico para la economía nacional, y para ello ofreció una garantía de nueve mil millones de euros.
Mientras, el Banco Nacional de Suiza puso sobre la mesa 200 mil millones de euros en préstamos de diversa naturaleza.
La nueva entidad tendrá un valor de mercado de 1,54 billones de euros (un billón equivale a un millón de millones), el tamaño del Producto Interno Bruto (PIB) español o prácticamente el doble del suizo.
Los inversores reaccionaron positivamente a la noticia este lunes, lo que se reflejó en la apreciación en torno al 1,1 por ciento de las acciones del UBS, mientras que el índice de la Bolsa de Zúrich en el que cotiza progresó sólo 0,47 por ciento.
Simultáneamente, los títulos de Credit Suisse subieron uno por ciento y cotizaron en 0,82 céntimos de francos suizos (0,84 euros).
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