Ninguno de los candidatos recibió el respaldo de la mayoría legislativa y el titular de la institución, Nabih Berri, suspendió la convocatoria al perder el quórum en la segunda vuelta.
Los principales nominados Jihad Azour y Suleiman Franjieh obtuvieron el apoyo de 59 y 51 diputados, respectivamente; en tanto, sorprendió la presencia en siete papeletas del nombre del exministro Ziad Baroud.
De acuerdo con el conteo, la lista Nuevo Líbano alcanzó ocho votos, mientras un sufragio merecieron el general del Ejército, Joseph Aoun, y Arab Jihad; así como una boleta fue cancelada.
La segunda sesión parlamentaria del año reunió a la totalidad de los 128 diputados, el número más alto durante todas las convocatorias para elegir al nuevo jefe de Estado desde el inicio del proceso el 29 de spetiembre de 2022.
En declaraciones a la prensa, el miembro del bloque Lealtad a la Resistencia, Hussein Hajj Hassan, subrayó la necesidad de diálogo, convergencia y entendimiento para designar al mandatario lo antes posible a la luz de la crisis económica actual.
A propósito, el representante Hassan Fadlallah enfatizó que el presidente de la República requiere del más amplio apoyo interno de musulmanes y cristianos, y «esto solo puede lograrse a través del consenso».
Según expertos nacionales, con el fracaso del legislativo la mirada se centra ahora en las posiciones de los bloques y si permanecerán tal y como están después de la contienda sin precedentes entre los candidatos Azour y Franjieh, principales favoritos a ocupar la primera presidencia.
Antes de la sesión, Azour contaba con el apoyo de la Corriente Patriótica Libre, las Fuerzas Libanesas, el Partido Kataeb, los Cambistas y el Partido Socialista Progresista.
Por su parte, Franjieh sumaba el respaldado del dúo chiita Amal e Hizbulah, junto a un grupo de parlamentarios independientes y sunitas.
La noche del 31 de octubre pasado marcó un giro en la política interna libanesa, pues con el fin de mandato de Michel Aoun al frente del Estado, la nación levantina entró en su cuarto vacío de poder después de la independencia.
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