De acuerdo con el Ministerio de Educación (Mineduc) la tasa de abandono escolar en esa localidad de la costa es la segunda más alta del país, con el 3,91 por ciento, porque cuatro de cada 100 estudiantes dejan sus estudios allí, según el organismo público.
El ente educativo detalló que en Esmeraldas la deserción también está directamente relacionada con los altos niveles de violencia, que ha estimulado que los menores sean captados por bandas delincuenciales.
Cifras actualizadas del Mineduc revelaron que 32 escuelas y colegios esmeraldeños sufrieron algún tipo de daño por las inundaciones. Otras instituciones educativas fueron convertidas en albergues temporales para los damnificados.
El pasado 5 de junio, el gobernador del territorio, Frickson Erazo, alertó que esas escuelas no podían funcionar como albergues para siempre porque debían volver a sus actividades normales.
Sin embargo, las más de 500 personas que se encuentran en los tres planteles no tienen una vivienda a donde ir y están a la espera de que el Gobierno les entregue el prometido bono de 675 dólares para encontrar una nueva.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos, mostraron que el 50,2 por ciento de la población de Esmeraldas está en situación de pobreza, pues uno de cada dos habitantes vive con menos de 2,96 dólares al día, unido a los altos índices de violencia que existe en esa región.
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