El Ministerio de Energía y Minas solicitó a la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE) elevar el informe técnico con el fin de considerar la aprobación de ese estado, según reportó el diario República.
La emergencia centra toda la atención del sector en garantizar el suministro cuando se prevén situaciones complicadas u ocurren desastres naturales, mientras uno de sus puntos lleva a suspender las exportaciones y los mantenimientos de los generadores, máxime con una demanda creciente por la ola de calor actual y mayor consumo en todos los ámbitos.
En este país los ingenios azucareros en época de zafra (de noviembre a mayo) aportan al sistema mediante la quema del bagazo de la caña, y después sobre las hidroeléctricas recae el mayor peso de la demanda.
Ahora, ante la sequía por el fenómeno del Niño, las generadoras a base de carbón, gas y búnker (combustible que normalmente proviene de la primera etapa del proceso de refinación) cubren en buena medida las solicitudes.
Sin embargo, los pobladores muestran inquietud al considerar el incremento de los costos de producción por el empleo de estas fuentes y, en consonancia, la posible subida de las tarifas actuales.
En Centroamérica, Honduras tiene problemas con la generación eléctrica y recurrió a los «racionamientos». Panamá, por otra parte, suspendió las exportaciones para priorizar el servicio hacia lo interno.
El Gobierno de Guatemala aprobó antes estado de emergencia en octubre del 2022, durante el paso de la tormenta tropical Julia, situación que tardó siete días.
Expertos adelantan que esta vez la situación podría extenderse por tres semanas, incluso más allá de ese período si persiste la falta de lluvias.
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