No podemos ocultarlo, existieron fallas en el flujo de información y en la aplicación de algunos procedimientos de seguridad, admitió en declaraciones a la cadena francófona RTBF, en medio de una cacería humana para hallar al tirador experto fuertemente armado, a quien acusan de posturas de extrema derecha, racistas y antivacuna.
Según el almirante Hofman, un error en el sistema fue que no llegó al más alto nivel la información sobre el peligro representado por el militar de 46 años, veterano de misiones en Afganistán, Iraq y Kosovo, conocido por amenazar al virólogo Marc Van Ranst, una de las caras visibles en la lucha contra la Covid-19 en Bélgica.
En febrero, los servicios de inteligencia situaron a Conings en el nivel tres de amenaza, de cuatro existentes, el primer miembro activo de las fuerzas armadas en el país en tal situación, sin que ello le impidiera acceder al depósito de armas de su unidad.
Hofman señaló que espera los resultados de las investigaciones en curso para detectar las vulnerabilidades y proceder a corregirlas.
Mientras, decenas de uniformados siguen en alerta, tanto policías como militares, para tratar de encontrar al prófugo, quien antes de huir dejó mensajes a sus seres queridos, en los cuales prometió ‘unirse a la resistencia y no rendirse sin luchar’ al ‘estar cansado de una sociedad de políticos y virólogos que nos han quitado todo’.
La búsqueda de Conings ha estado centrada en el parque nacional de Hoge Kempen, en la región flamenca.
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